GAN

Considerando que la vida de un niño comienza en el útero materno, asumimos la responsabilidad de educarlo desde muy temprana edad, atendiendo a sus necesidades espirituales, comprendiendo que su mente es extremadamente fértil y debe ser tratada con sensibilidad y respeto, enseñandole que tiene una responsabilidad no negociable con Di-s para vivir moral y éticamente. Acompañamos la trayectoria escolar de nuestros alumnos, quienes comparten, investigan y crecen en un ambiente que promueve al juego como sostén del aprendizaje, piensan por sí mismos y encuentran respuestas a sus propias preguntas. Estos principios constituyen nuestra filosofia educativa, donde espiritu y materia se complementan. «Creemos que un alumno contenido y feliz, tendrá mejores instrumentos para lograr situaciones de enseñanza – aprendizaje más significativo y efectivo»
EDUCA AL JOVEN SEGÚN SU CAMINO Y AÚN CUANDO ENVEJEZCA NO SE APARTARÁ DE ÉL
En el Gan partimos de una base: todo lo que un niño aprende acerca de judaísmo en sus primeros años se plasma en su mente y corazón como una foto fija. Las enseñanzas de la Torá, las festividades, el alfabeto, todo lo absorbe como una esponja. Por eso hay que aprovechar esta edad tan tierna para impregnar su alma pura de espiritualidad. Es importante fortalecerlo en sus convicciones ante la oscuridad y confusión que hay en el mundo de hoy. Si bien los contenidos no varían año tras año, nosotros innovamos y buscamos nuevos enfoques para satisfacer las necesidades y la curiosidad de los pequeños. Contamos con una asesora pedagógica que nos asiste al programar actividades y encontrar estrategias que nos faciliten la meor llegada a los niños. También es necesario y fundamental escuchar a los padres y hacerlos partícipes de nuestro quehacer educativo, razón por la cual brindamos un informe semanal para que puedan comentar el trabajo realizado en familia durante la cena de shabat. Es una satisfacción ver el avance de los chicos, su crecimiento. Saber que vivencian la Torá, las mitzvot y el jasidut con ganas, que disfrutan del Gan, que están a gusto. Este es nuestro orgullo y a la vez educarlos, nuestro legado y misión. En palabras del Rebe: no podemos descansar hasta que cada niño, varón y mujer, reciba una adecuada educación moral. Shoshana Stawsky – Directora del Gan