A lo largo de estos años hemos construido un lugar, donde los niños judíos de la Argentina, pueden vivenciar los valores judaicos de generación en generación.

Estamos orgullosos de contar en la actualidad con más de 1 generación de graduados que continúan su camino en la Torá y el jasidismo.

Sin embargo, nuestra meta no está cumplida sino que recién empieza. Es hoy, en estos tiempos de crisis y oscuridad cuando cada luz que se enciende destaca mucho más su brillo. Es en esta época donde cada niño que recibe una vivencia judía alumbra a toda una generación.

Sabemos que elegimos un camino que por momentos presentará dificultades. Pero no estamos solos, contamos con la ayuda espiritual de di-s y con muchos judíos dispuestos a colaborar.

Mantener vivas nuestras costumbres y tradiciones nos corresponde a cada uno de nosotros y eso sólo puede hacerse de una sola manera: transmitiendo judaísmo a nuestros hijos para que ellos, a su vez, puedan transmitirlo a las próximas generaciones.