JEIDER
EN UN GRUPO DE 20 CHICOS HAY 20 MUNDOS
El trabajo de los Mejanjim no es solo un trabajo, es una vida. Nosotros somos ejemplos y es nuestra shlijut, nuestra misión, vivir y transmitir los valores eternos de la Torá. Por eso creemos que acompañar a las familias en lo que necesiten, escucharlos, incluso más allá del horario y tarea laboral. Es nuestra responsabilidad instruir a las generaciones futuras, ayudarlos a desarrollar su conexión con la Torá, algo que necesitan como los peces necesitan el agua. Empaparlos de las enseñanzas del Rebe en todos sus aspectos. Vivirlas y transmitirlas.
Si bien el contenido no varía, hay que adaptarse en la forma de transmitirlo. Por eso capacitamos a los mejanjim, cuando se puede con viajes para asistir a conferencias en Estados Unidos e Israel, sino incluso vía Skype también lo hemos hecho. Hoy en día la distancia entre el Rabino y el chico se acortó, es más cercana. Hay que tomar en cuenta las necesidades e intereses del chico, porque en un grupo de 20 chicos hay 20 mundos. Cada individuo cuenta. Por esa razón tenemos un gabinete profesional que nos asisten.
El mundo de hoy tiene sus ventajas. Los chicos tienen acceso a todo, muchas libertades, pero eso implica a su vez que es más dificil enfocar en la rapidez en la que se vive. Es sumamente importante vivenciar para no perder los valores. Nosotros abarcamos un estilo de vida, la intelectual y la Torá íntegra, para llevar adelante en la vida cotidiana.
La mayor satisfacción es cuando veo que logramos despertar una luz en los chicos, ese brillo en los ojos, cada uno a su manera. Siempre digo que soy rico. Estamos creando un futuro mejor.
Pinhas Chein – Director General Varones
QUEREMOS QUE LOS CHICOS DISFRUTEN DE LAS VIVENCIAS
El mayor desafío de un Mejanej es tener llegada a los chicos y que disfruten de las vivencias.
En el turno tarde la institución brinda apoyo de castellano . Trabajamos con las cuatro áreas curriculares además de computación, tecnología y educación física. Promovemos en nuestro niños la autonomía en el trabajo y el pensamiento crítico teniendo en cuenta sus posibilidades y habilidades hacia la tarea a realizar.
Planificamos anualmente y al observar el avance de los chicos podemos readaptar los programas para incluir más contenidos con la misma carga horaria. Así es que cada año que pasa el nivel académico va elevándose. Sabemos que los chicos pueden producir y juntos aceptamos el desafío. Siempre se puede mejorar; La necesidad que tengamos para poder continuar nuestra tarea de mejora contínua es renovar el equipo informático, poner bibliotecas en las aulas, un laboratorio ambulante para ciencias naturales.
Nuestra comunidad es contenedora e inclusiva, primero viene nuestra identidad y luego las herramientas para desarrollarlas .
Viviana Vega – Directora Castellano Varones