NUESTRA MISIÓN
Formar judíos, hombres y mujeres, con firme compromiso de vida con la tradición, el legado eterno, la historia, la comunidad y la misión del pueblo judío.
Judíos comprometidos con la continuidad de la vida y la tradición judía, capaces de desenvolverse en el mundo moderno de manera exitosa, material y espiritualmente.
Judíos que donde se encuentren y cualquier situación en la que estén hagan un aporte de vanguardia para el bienestar de la comunidad.
Judíos que asuman el liderazgo, con convicción y visión, entregados desinteresadamente por el prójimo.
La labor llevada a cabo por los discípulos de Jabad en el mundo entero, es la mejor muestra de la excelencia del producto logrado .
No hay continuidad judía sin vivencia judía de Torá
En el mundo de hoy soplan vientos muy fuertes. Para mantenerse leal a ideales verdaderos, a principios de vida y a la tradición de nuestro pueblo, conceptos que a veces no son tangibles desde lo concreto, se requiere de una vivencia que cale profundamente en el niño, para que no haya viento que lo mueva de su lugar. El pueblo judío existió siempre gracias a los judíos incondicionales.
El primer objetivo en la formación del niño es que sepa qué quiere decir vivir como judío. Y esto se enseña a través de la Torá y la observancia de las mitzvot. De esta manera se marca el hilo conductor de 3300 años de historia judía. Pero no alcanza solamente con la continuidad de una tradición, sino que hay que formar para que cada persona sepa y conozca cuál es la misión que D-s le da a uno en la vida y de qué manera llevarla a cabo. Oholey Jinuj sigue los lineamientos del judaísmo milenario y eterno con la marca y la característica del jasidismo del Rebe de Lubavitch y, por eso, cuenta con los elementos para formar y guiar a judíos incondicionales en la actualidad.
Cada generación tiene sus desafíos. Hay que enseñar a los chicos a enfrentar cada uno de ellos y transformarlos en oportunidades de crecimiento espiritual. Encerrar a una persona en una caja de cristal no sirve. Lo más importante es darle la fortaleza de saber tomar la decisión correcta frente a cada situación. Y eso se adquiere a través de la Torá. Quienes piensan que educar de esta manera es cerrar al chico y programarlo se equivocan. Esta enseñanza lo forma y le brinda una seguridad interior para, primero, saber qué es correcto y qué es incorrecto. Y, segundo, tener fortaleza suficiente para, a pesar de todas las confusiones que nos rodean, elegir hacer lo correcto.
Para las familias que quieren y apuntan a que sus hijos cumplan con la misión que D-s nos da en la vida como judíos, sin lugar a dudas Oholey Jinuj es la mejor opción. Ooley Jinuj cuenta con un estándar muy alto de exigencia a nivel judaico y eso brinda a los niños una mayor fortaleza espiritual. Es cada vez más la gente que opta porque sus hijos tengan el máximo de judaísmo posible. Hay un crecimiento mayor que el natural. Eso entusiasma al pensar en el futuro.
Además, en Oholey Jinuj se prepara a judíos comprometidos con toda la comunidad, judíos que se involucran, que se preocupan por el bienestar material y espiritual de los demás y, eventualmente, que asuman un rol de liderazgo como shlujim, educadores, rabinos o activistas comunitarios. Los chicos de Oholey Jinuj, sin dudas, estarán en la primera fila de quienes recibirán al Mashiaj.
Rabino Tzvi Grunblatt – Director general Jabad Lubavitch Argentina